La falsificación era tan perfecta que ni siquiera los expertos del servicio secreto de Estados Unidos pudieron determinar inicialmente si lo que tenían delante eran dólares verdaderos o una copia. Solo tras un sofisticado análisis forense pudieron confirmar que eran imitaciones. Pero esos billetes de US$100 eran tan milimétricamente perfectos que los apodaron "los falsos superdólares". Tenían la misma tinta de cambio de color de alta tecnología que los auténticos dólares estadounidenses.
Comentarios
Las falsificaciones no las fabricaban delincuentes de poca monta o cárteles criminales altamente sofisticados, sino el gobierno de Corea del Norte, dijeron las autoridades estadounidenses.
vaya blanqueo de la maquinita de imprimir...
El dinero es verdadero solo porque creemos en él.
#1 Si tu no confías, no te preocupes yo te lo guardo