A Felipe II se le llamó el Monstruo del Escorial, el Diablo del Mediodía, el Demonio del Sur... A tenor de los bulos que suelen circular por las redes sociales sobre su persona y hábitos higiénicos también podría ponérsele el apodo de Monstruo de los Baños. Sobre todo, debido a algunas acusaciones recientes sobre una presunta prohibición de bañarse que, en realidad, no era sino una proscripción para los baños donde los moriscos hacían sus abluciones.

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U oligopolio o nada.