En la década de los años sesenta, Astilleros del Cadagua experimentó un considerable impulso en su actividad industrial y entre los contratos recibidos figura uno atípico que llegó por encargo de la Confederación Hidrográfica del Tajo: un ferry destinado al transporte de vehículos y personas para situarlo en el pantano de Buendía, cuyo nombre ostentaría el nuevo buque.
Comentarios
Vistos los niveles de agua del pantano estos últimos años, mejor que le pongan unas ruedas y lo transformen en un trenecito.
Ferry, ferry... un buque mercante diria yo ( por no decir transatlántico, ta que navega pir aguas dulces )