Publicado hace 9 años por zoezoe a lacienciaconhumor.blogspot.com.es

En otras palabras, un matemático puede desfilar sin consecuencias por este valle de risas y lágrimas creyendo ser Napoleón(...) y Werner Heisenberg, en otro glorioso amanecer, con las dos manos adelante, sin la pose napoleónica, pero con el sombrero bonapartiano en su lugar, le puso un límite intrínseco infranqueable a nuestra insaciable sed de conocimiento, a nuestra esperanza de certeza en las mediciones: proclamó un asombroso principio de incertidumbre...