Hace 6 años | Por Quinqui a jotdown.es
Publicado hace 6 años por Quinqui a jotdown.es

A los treinta y cinco años y tras varios intentos de desengancharse de la heroína, la vida de Justine Frischmann necesitaba urgentemente un segundo acto. Londres ya no daba más de sí, solo servía de ratonera, de círculo vicioso en el más estricto de los sentidos. Tras cuatro años sin apariciones públicas, Frischmann atravesaba lo que ella misma definiría más tarde como «una noche oscura del alma», siguiendo la expresión de San Juan de la Cruz.

Comentarios

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Elástica, pedazo de disco. Tuve la suerte de verlas en directo y lo recuerdo como uno de los conciertos más divertidos de mi vida!

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gracias por recordarme 2 1