Apenas leemos los clásicos universales: La Divina Comedia, El Paraíso Perdido, La Celestina o Madame Bovary. En muchos casos, ni siquiera ayudamos a que los niños descubran en un libro las maravillosas aventuras de D’Artagnan y los mosqueteros, Tom Sawyer y Huckleberry Finn, Mowgli y sus amigos de la selva o Lila Sacher. Uno de estos libros que a todos nos suenan pero casi nadie ha leído es Orlando Furioso de Ludovico Ariosto.
Gracias a todos estos clásicos como la celestina, el lazarillo etc. Mi hijo está perdiendo su afición por la lectura, que he fomentado durante 15 años. Me parece estupendo que quien quiera se dedique al estudio de los clásicos, pero que se obligue a leerlos a los chicos de bachillerato sean cuales sean sus intereses, me parece una estupidez. Las matemáticas en cambio no son obligatorias.
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Gracias a todos estos clásicos como la celestina, el lazarillo etc. Mi hijo está perdiendo su afición por la lectura, que he fomentado durante 15 años. Me parece estupendo que quien quiera se dedique al estudio de los clásicos, pero que se obligue a leerlos a los chicos de bachillerato sean cuales sean sus intereses, me parece una estupidez. Las matemáticas en cambio no son obligatorias.