Sebastián Pozas, prototipo del militar fiel al poder legalmente constituido, mantuvo fiel a la República a gran parte de la Guardia Civil no era un militar golpista. Todo lo contrario: desde el primer momento de la sublevación, e incluso meses antes del 18 de julio de 1936, cuando se palpaba una conspiración contra la II República, defendió con ahínco aragonés al poder político legalmente constituido
Esa fue su nada desdeñable colaboración para tratar de que no triunfara la sublevación encabezada por el general Franco, con quien había coincidido en la guerra de Marruecos. Pero, a pesar de que ambos se habían forjado en África, Pozas era la contrafigura del futuro dictador: un masón de ideología republicana que acabó afiliándose al Partido Comunista y que carecía de la más mínima ambición política.
Comentarios
La república era débil.
Si en la sanjurjada se los hubiesen cargado a todos sin miramientos...
#2
Esa fue su nada desdeñable colaboración para tratar de que no triunfara la sublevación encabezada por el general Franco, con quien había coincidido en la guerra de Marruecos. Pero, a pesar de que ambos se habían forjado en África, Pozas era la contrafigura del futuro dictador: un masón de ideología republicana que acabó afiliándose al Partido Comunista y que carecía de la más mínima ambición política.
Algunos de los que se sublevaron eran republicanos. Por ejemplo https://es.wikipedia.org/wiki/Gonzalo_Queipo_de_Llano, que además era consuegro de Alcalá Zamora.