Publicado hace 6 horas por blodhemn a historia.nationalgeographic.com.es

Una de las obras más célebres de Vincent van Gogh y del Impresionismo es sin duda Los Girasoles. Estas icónicas flores marchitas en un jarrón son fruto en un periodo frenético de trabajo en Arlés, a finales de verano de 1888, mientras Vincent esperaba la llegada de su colega Paul Gauguin para fundar una colonia de artistas. Estos girasoles no son un solo cuadro, en realidad son una serie de pinturas, cinco en total, muy parecidas pero con detalles que las distinguen unas de otras.