La inspiración artística a veces se agota, a veces hay que refrescarla y a veces viene desde dentro. (...) “Encuentro el proceso de crear como un tipo de terapia, para ayudarme a entender mis pensamientos, emociones y dudas. Cuando la gente se conecta con mi arte, también pueden sentir la misma resolución y felicidad”. Confiesa Hayley.