Hace 6 años | Por --550559-- a elconfidencial.com
Publicado hace 6 años por --550559-- a elconfidencial.com

Los agentes de Scotland Yard no tenían la más remota idea de lo que estaban persiguiendo. “Metían a dos raveros en una sala de interrogatorios y estos no paraban de reírse. Los oficiales no comprendían cómo aquellos chicos podían aguantar tantas horas despiertos. Las fiestas se organizaban en secreto y se promocionaban en emisoras de radio piratas, así que las autoridades asumían que tenía que haber algún objetivo político detrás. La verdad es que no les movía nada de eso. Solo era gente joven que buscaba divertirse al máximo sin gastar mucho.

Comentarios

D

"Las consecuencias culturales fueron enormes. El pop comercial comenzó a parecer música infantil. Irvine Welsh escribió ‘Trainspotting’ (1993) intentando copiar el ritmo de una fiesta acid-house. El libro era la crónica generacional de una juventud perdida, sin relato, que encontró consuelo en las drogas y la resistencia subcultural."