Hace 6 años | Por ccguy a yorokobu.es
Publicado hace 6 años por ccguy a yorokobu.es

Raymond Isidore, un vigilante y barrendero del cementerio de Chartres (Francia), durante casi 30 años decoró su casa hasta convertirla en uno de los monumentos históricos del país galo: La Maison Picassiette. [...] «Cuando terminé la casa, caminaba por los campos cuando vi pequeños trozos de vidrio, pedazos de porcelana, platos rotos», explicaba. [...] Cuando la materia prima con la que iba adornando su casa empezó a ser escasa en los caminos, Isidore, carretilla en mano, se trasladaba a los basureros y escombreras cercanos.

Comentarios

ccguy

Hay otro envío sobre esto, de hace 9 años:

La mansión Picassiette. La “otra” catedral de Chartres



Que por cierto es magnífico también (en fotografía) pero tiene menos texto.