Los grandes acontecimientos históricos obedecen a una serie de factores contextuales, ya sean económicos, políticos, sociales o todo a la vez, pero a veces interviene también uno aparentemente menor que, aunque sólo sea como desencadenante final, juega un papel tan destacado como curioso. Es aquel que Graham Green puso como título a una de sus novelas, el factor humano, casi siempre imprevisible y a menudo no muy lógico. Ejemplo de ello lo tenemos en Günter Schabowski, un oscuro funcionario que al cometer un error aparentemente sin importancia
Comentarios
Historia muy interesante. También el articulo se hace eco de un rumor de que era un agente occidental.