Nota: este artículo ha sido escrito después de hablar con diez fuentes familiares con el departamento de diseño gráfico de El País, incluyendo su director, Tomás Ondarra. Al menos dos fuentes, preguntadas independientemente la una de la otra, corroboran cada afirmación. La mayoría de las fuentes han elegido mantener el anonimato para evitar represalias. TRADUCCIÓN EN COMENTARIO #1
#1:
Nota: este artículo ha sido escrito después de hablar con diez fuentes familiares con el departamento de diseño gráfico de El País, incluyendo su director, Tomás Ondarra. Al menos dos fuentes, preguntadas independientemente la una de la otra, corroboran cada afirmación. La mayoría de las fuentes han elegido mantener el anonimato para evitar represalias.
Scott Klein, director de Pro Publica´s News Apps, se preparaba para impartir una clase en The New School. Para ello, la semana pasada preguntó a todo el mundo en nuestro foro sobre buenos ejemplos de visualizaciones interactivas, provenientes de todo el mundo, para mostrar a sus alumnos. Después de que le sugirieran un montón de periódicos latinoamericanos y europeos, preguntó: “¿Y qué pasa con El País?”
“Es cierto, ¿qué pasa con El País?”, pensé. Después de todo, El País es el mayor periódico de España. Y aquí va una explicación para Scott:
En 2005, El País aún era un nombre a considerar en infografía, cuando ganó el premio Peter Sullivan del concurso Malofiej con un proyecto multimedia. Desde entonces, ha desaparecido del mapa. Continúa produciendo gráficos, pero lo que aparece en El País online son aburridos proyectos estáticos, adaptados de la versión impresa.
¿Cómo es posible algo así en una época en la que hacer un gráfico o un mapa interactivo es casi trivial, gracias a Plot.ly, Datavisu.al, Raw, Block Spring, Datawrapper, Tableau Pacific y muchas otras herramientas gratuítas? Después de todo, un montón de pequeños departamentos de visualización, o personas individuales, que no están respaldados por grandes presupuestos o redacciones son capaces de publicar trabajos sobresalientes hoy en día. La respuesta es una lección de cómo estructuras rígidas y dinámicas heredadas del pasado pueden obstaculizar el cambio en organizaciones de prensa.
La sección gráfica de El País está dirigida por Tomás Ondarra, un experimentado artista infográfico, pintor y escritor. No hay nada malo con ser artista, por supuesto. Un montón de ilustradores son tambén excelentes periodistas gráficos que se han mantenido al día. El desafío que El País enfrenta es diferente, y no parece estar originado en principio en el curriculum de su director gráfico, o en los cada vez menores recursos, o en el hecho de que tiene una organización notoriamente complicada (en el sentido de que tiene mal ambiente), contrariamente a lo que Ondarra -”las puñaladas por la espalda son moneda común en EL País”- acostumbra a señalar.
Aunque es verdad que después de una dolorosa serie de despidos la sección gráfica de El País es mucho más pequeña que en el pasado, su nivel de producción actual es idéntico al de antes de la crisis: Tablas básicas estáticas, gráficos y mapas diseñados a requerimiento de reporteros y editores. La sección gráfica de El País es un departamento de servicio a demanda, no uno de caracter proactivo. Como consecuencia, está a merced del viento que sopla desde el resto de la redacción, algo que Ondarra reconoce, si bien lo hace implicitamente. Dos de mis fuentes lo explican: “Si el departamento gráfico estaba a la vanguardia hace unos pocos años, habría estado mucho más protegido de la crisis: su valor lo habría hecho visible”.
El desafío que enfrenta El País es simple y traicionero al mismo tiempo: su departamento gráfico está dirigido por alguien que ignora la tecnología de visualización en la Web, gráficos dinámicos o incluso las nuevas herramientas para imprimir gráficos, alguien que no se da cuenta de que la historia lo está sobrepasando y que, por lo tanto, puede hacer muy poco para remediar la situación. Ondarra está totalmente concentrado en “alimentar a la bestia”, como define un título de un informe recienet sobre la industria de noticias (produciendo en función de la demanda), y es incapaz de hacer que su equipo vaya hacia un camino más productivo y satisfactorio. Esto por no mencionar su falta de decoro profesional cuando amenaza e insulta a sus colegas como respuesta a comentarios legítimos (nota del traductor: LINK 3, MIRADLO QUE ES UNA FIESTA)
Es, al final, un problema de liderazgo.
Hace unos años, un pequeño grupo que solía producir infografía multimedia para El País (y que, de hecho, era independiente del departamento gráfico), dejó la organización. Desde entonces, las escasas visualizaciones interactivas en elpais.com comenzaron a ser creadas no por el departamento de diseño gráfico, sino por el equipo de tecnología e investigación, que tiene sus propios diseñadores. Este estado de las cosas ha llevado a un tremendo desperdicio de talento -del que el departamento de diseño de El Pais tiene de sobra- en el que solía ser, hace dos décadas, uno de los primeros nombres en infografía de noticias. Ilustra, además, lo malos que pueden ser los periódicos a la hora de identificar liderazgos perversos en sus filas.
#9:
#7 El artículo dice que hace unos años El País era referente mundial y había recibido premios por sus infografías interactivas y ahora (según el artículo) no pasa de realizar algunos graficos sencillos así que lo de reciclarse no sé hasta que punto es un argumento válido.
Se han practicado despidos y bajas incentivadas en El País hasta dejar la redacción esquelética por culpa de la enorme deuda que tiene el grupo Prisa. Ahora muchas de las funciones que antes hacía gente con años de experiencia (y premios) ahora lo hacen becarios. No he opinado si despedir está bien o mal si no que esa puede ser la posible razón de esta merma de calidad.
Por último, la página web es el autor de un "experto" español en infografía que ha publicado un libro en inglés y el blog es también inglés. Si miras su Twitter, escribe en castellano (y le contestan de malas maneras los de El País).
#3:
#1 traducción: despidos y sustitución de las bajas con becarios sacados de sus masters de periodismo.
Nota: este artículo ha sido escrito después de hablar con diez fuentes familiares con el departamento de diseño gráfico de El País, incluyendo su director, Tomás Ondarra. Al menos dos fuentes, preguntadas independientemente la una de la otra, corroboran cada afirmación. La mayoría de las fuentes han elegido mantener el anonimato para evitar represalias.
Scott Klein, director de Pro Publica´s News Apps, se preparaba para impartir una clase en The New School. Para ello, la semana pasada preguntó a todo el mundo en nuestro foro sobre buenos ejemplos de visualizaciones interactivas, provenientes de todo el mundo, para mostrar a sus alumnos. Después de que le sugirieran un montón de periódicos latinoamericanos y europeos, preguntó: “¿Y qué pasa con El País?”
“Es cierto, ¿qué pasa con El País?”, pensé. Después de todo, El País es el mayor periódico de España. Y aquí va una explicación para Scott:
En 2005, El País aún era un nombre a considerar en infografía, cuando ganó el premio Peter Sullivan del concurso Malofiej con un proyecto multimedia. Desde entonces, ha desaparecido del mapa. Continúa produciendo gráficos, pero lo que aparece en El País online son aburridos proyectos estáticos, adaptados de la versión impresa.
¿Cómo es posible algo así en una época en la que hacer un gráfico o un mapa interactivo es casi trivial, gracias a Plot.ly, Datavisu.al, Raw, Block Spring, Datawrapper, Tableau Pacific y muchas otras herramientas gratuítas? Después de todo, un montón de pequeños departamentos de visualización, o personas individuales, que no están respaldados por grandes presupuestos o redacciones son capaces de publicar trabajos sobresalientes hoy en día. La respuesta es una lección de cómo estructuras rígidas y dinámicas heredadas del pasado pueden obstaculizar el cambio en organizaciones de prensa.
La sección gráfica de El País está dirigida por Tomás Ondarra, un experimentado artista infográfico, pintor y escritor. No hay nada malo con ser artista, por supuesto. Un montón de ilustradores son tambén excelentes periodistas gráficos que se han mantenido al día. El desafío que El País enfrenta es diferente, y no parece estar originado en principio en el curriculum de su director gráfico, o en los cada vez menores recursos, o en el hecho de que tiene una organización notoriamente complicada (en el sentido de que tiene mal ambiente), contrariamente a lo que Ondarra -”las puñaladas por la espalda son moneda común en EL País”- acostumbra a señalar.
Aunque es verdad que después de una dolorosa serie de despidos la sección gráfica de El País es mucho más pequeña que en el pasado, su nivel de producción actual es idéntico al de antes de la crisis: Tablas básicas estáticas, gráficos y mapas diseñados a requerimiento de reporteros y editores. La sección gráfica de El País es un departamento de servicio a demanda, no uno de caracter proactivo. Como consecuencia, está a merced del viento que sopla desde el resto de la redacción, algo que Ondarra reconoce, si bien lo hace implicitamente. Dos de mis fuentes lo explican: “Si el departamento gráfico estaba a la vanguardia hace unos pocos años, habría estado mucho más protegido de la crisis: su valor lo habría hecho visible”.
El desafío que enfrenta El País es simple y traicionero al mismo tiempo: su departamento gráfico está dirigido por alguien que ignora la tecnología de visualización en la Web, gráficos dinámicos o incluso las nuevas herramientas para imprimir gráficos, alguien que no se da cuenta de que la historia lo está sobrepasando y que, por lo tanto, puede hacer muy poco para remediar la situación. Ondarra está totalmente concentrado en “alimentar a la bestia”, como define un título de un informe recienet sobre la industria de noticias (produciendo en función de la demanda), y es incapaz de hacer que su equipo vaya hacia un camino más productivo y satisfactorio. Esto por no mencionar su falta de decoro profesional cuando amenaza e insulta a sus colegas como respuesta a comentarios legítimos (nota del traductor: LINK 3, MIRADLO QUE ES UNA FIESTA)
Es, al final, un problema de liderazgo.
Hace unos años, un pequeño grupo que solía producir infografía multimedia para El País (y que, de hecho, era independiente del departamento gráfico), dejó la organización. Desde entonces, las escasas visualizaciones interactivas en elpais.com comenzaron a ser creadas no por el departamento de diseño gráfico, sino por el equipo de tecnología e investigación, que tiene sus propios diseñadores. Este estado de las cosas ha llevado a un tremendo desperdicio de talento -del que el departamento de diseño de El Pais tiene de sobra- en el que solía ser, hace dos décadas, uno de los primeros nombres en infografía de noticias. Ilustra, además, lo malos que pueden ser los periódicos a la hora de identificar liderazgos perversos en sus filas.
#3 Yo no se porque estáis tan en contra de los despidos. En este caso, parece claro que el jefe del departamento lleva años acoplado al puesto y totalmente desconectado con las nuevas tendencias en infografías, que es lo que viene a decir el artículo.
Seguramente no se le pueda echar por la cultura patria de proteger al jefe que además tendrá una cuantiosa indemnización.
Si el trabajador con contrato indefinido tiene habilidades, encontrará trabajo en poco tiempo, si no tendrá que reciclarse. No entiendo porqué se le tiene que proteger con ese ahínco. Es el trabajador becario que quizás se le tiene que brindar más protección. En definitiva, a los jóvenes en paro les beneficia mayor flexibilidad para despedir a otros trabajadores improductivos que llevan años en el mismo puesto. Este caso es paradigmatico y ha tenido que venir una página web en inglés para decirlo.
Flexibilidad laboral para despedir es lo que necesitan muchas empresas, como El País, para renovar departamentos y contratar a nuevos profesionales cualificados que dirijan un proyecto nuevo.
#7 Por una parte estoy de acuerdo contigo. En una situación ideal, los trabajadores preparados y con habilidades no tendrían problema en encontrar un trabajo en el que desarrollar su carrera. Pero por otro lado, no podemos olvidar que NO estamos en un contexto favorable (ni mucho menos ideal): nos podemos encontrar a porrón de trabajadores sobrecualificadísimos en cualquier sector, por no hablar de la marea de parados "de lujo".
Además, si los despidos no fuesen perjudiciales, no existiría esta discusión sobre la calidad de las infografías en El País, ni este artículo se habría escrito (y ampliamente contrastado, ojo).
#7 El artículo dice que hace unos años El País era referente mundial y había recibido premios por sus infografías interactivas y ahora (según el artículo) no pasa de realizar algunos graficos sencillos así que lo de reciclarse no sé hasta que punto es un argumento válido.
Se han practicado despidos y bajas incentivadas en El País hasta dejar la redacción esquelética por culpa de la enorme deuda que tiene el grupo Prisa. Ahora muchas de las funciones que antes hacía gente con años de experiencia (y premios) ahora lo hacen becarios. No he opinado si despedir está bien o mal si no que esa puede ser la posible razón de esta merma de calidad.
Por último, la página web es el autor de un "experto" español en infografía que ha publicado un libro en inglés y el blog es también inglés. Si miras su Twitter, escribe en castellano (y le contestan de malas maneras los de El País).
#5 sí, excelente #0. Menudo era El País en premios internacionales, investigación, infografias, síntesis, artículos de fondo... Con las posibilidades que dan las herramientas (y tantas gratuitas)
Agradecido igualmente por la traducción
Lo que se ve aquí es que antes El País de Polanco era un periódico puntero y reconocido a nivel mundial. A mi me gustaba mucho. Ahora es una sombra infumable de lo que fue, un esperpento, un truño insufrible. Y eso lo ha conseguido la dirección actual. Cuando se den cuenta que los lectores les abandonan querran corregirlo despidiendo más y convirtiendo aun en más truño de lo que es ya el periódico.
#16 Así es como se renuevan las empresas: unas se van a la mierda, otras nuevas surgen para ocupar su lugar. Muy rara vez una empresa es capaz de cambiar de rumbo para adaptarse a los tiempos.
No existe animosidad personal por ninguna de las dos partes. Tomás y yo nunca hemos trabajado juntos, aunque ambos hemos dirigido departamentos de gráficos. Creo que hemos hablado en persona sólo dos o tres veces. Una de ellas, para ese artículo. Esto es una discusión estrictamente profesional que se remonta a esta otra
Director of online infographics
elmundo.es/El Mundo
March 2000 – April 2005 (5 years 2 months)
Admás: Alberto Cairo es consultor de infografía y visualización de información, profesor y colaborador de la sección Periodismo con Futuro, de El País.
A mi me parece una riña entre niños, en la guardería he visto riñas más interesantes y con más inteligencia que la de estos dos. Obviamente, cuando afecta al ego, afecta a la madurez emocional del individuo, como bien dice #18.
De verdad, lo de ambos se cura con madurez, por el momento, yo no me atrevería a opinar del trabajo de otra persona sin estar durante un tiempo en su lugar.
Marca España, El Pais se vende a cachos y el talento, el creativo e innovador a la cabeza, se tiene que ir fuera, por falta de sitio o simple maltrato. Quedan escualidos esclavos sin ninguna gana de hacer nada por la empresa, con razón. Yo cuando supe ue ganaba el PP tuve claro que me iba de Madrid si o si, total para lo que iba a venir, mejor en provincias con caciques de verdad. No-hay-que-ser-adivinos. Bienhallados los acomodados y estomagos agradecidos. A ver cuando vuelve Franco.
#14 Eso estoy viendo y a mi tambien me parece eso.... Aquí yo veo que existe un background que no conocemos y que desde luego este Alberto Cairo no tiene las manos limpias del todo. El primer tweet de podría ser interactivo se ve que va con mucha retranca y es por esto por lo que saltó de ese modo y muy mal hecho. Dando pie a todo lo demás.
Las salidas de Tomás no son correctas pero no es todo tan fácil. Trabajo desarrollando visualizaciones interactivas y hacerlas del todo personalizadas y especiales, no es barato y se necesita tiempo y gente..... cosa que tal y como dice Alberto, eso no existe en el País.... Independientemente de si Tomás vive en una burbuja cosa que no me lo creo.
Lo siento pero creo que es una visión demasiado imparcial y veo más rencillas personales. Para ser imparciales primero Alberto debería de decir si conoce a Tomás y que tipo de relación profesional o personal han tenido.
Comentarios
Nota: este artículo ha sido escrito después de hablar con diez fuentes familiares con el departamento de diseño gráfico de El País, incluyendo su director, Tomás Ondarra. Al menos dos fuentes, preguntadas independientemente la una de la otra, corroboran cada afirmación. La mayoría de las fuentes han elegido mantener el anonimato para evitar represalias.
Scott Klein, director de Pro Publica´s News Apps, se preparaba para impartir una clase en The New School. Para ello, la semana pasada preguntó a todo el mundo en nuestro foro sobre buenos ejemplos de visualizaciones interactivas, provenientes de todo el mundo, para mostrar a sus alumnos. Después de que le sugirieran un montón de periódicos latinoamericanos y europeos, preguntó: “¿Y qué pasa con El País?”
“Es cierto, ¿qué pasa con El País?”, pensé. Después de todo, El País es el mayor periódico de España. Y aquí va una explicación para Scott:
En 2005, El País aún era un nombre a considerar en infografía, cuando ganó el premio Peter Sullivan del concurso Malofiej con un proyecto multimedia. Desde entonces, ha desaparecido del mapa. Continúa produciendo gráficos, pero lo que aparece en El País online son aburridos proyectos estáticos, adaptados de la versión impresa.
¿Cómo es posible algo así en una época en la que hacer un gráfico o un mapa interactivo es casi trivial, gracias a Plot.ly, Datavisu.al, Raw, Block Spring, Datawrapper, Tableau Pacific y muchas otras herramientas gratuítas? Después de todo, un montón de pequeños departamentos de visualización, o personas individuales, que no están respaldados por grandes presupuestos o redacciones son capaces de publicar trabajos sobresalientes hoy en día. La respuesta es una lección de cómo estructuras rígidas y dinámicas heredadas del pasado pueden obstaculizar el cambio en organizaciones de prensa.
La sección gráfica de El País está dirigida por Tomás Ondarra, un experimentado artista infográfico, pintor y escritor. No hay nada malo con ser artista, por supuesto. Un montón de ilustradores son tambén excelentes periodistas gráficos que se han mantenido al día. El desafío que El País enfrenta es diferente, y no parece estar originado en principio en el curriculum de su director gráfico, o en los cada vez menores recursos, o en el hecho de que tiene una organización notoriamente complicada (en el sentido de que tiene mal ambiente), contrariamente a lo que Ondarra -”las puñaladas por la espalda son moneda común en EL País”- acostumbra a señalar.
Aunque es verdad que después de una dolorosa serie de despidos la sección gráfica de El País es mucho más pequeña que en el pasado, su nivel de producción actual es idéntico al de antes de la crisis: Tablas básicas estáticas, gráficos y mapas diseñados a requerimiento de reporteros y editores. La sección gráfica de El País es un departamento de servicio a demanda, no uno de caracter proactivo. Como consecuencia, está a merced del viento que sopla desde el resto de la redacción, algo que Ondarra reconoce, si bien lo hace implicitamente. Dos de mis fuentes lo explican: “Si el departamento gráfico estaba a la vanguardia hace unos pocos años, habría estado mucho más protegido de la crisis: su valor lo habría hecho visible”.
El desafío que enfrenta El País es simple y traicionero al mismo tiempo: su departamento gráfico está dirigido por alguien que ignora la tecnología de visualización en la Web, gráficos dinámicos o incluso las nuevas herramientas para imprimir gráficos, alguien que no se da cuenta de que la historia lo está sobrepasando y que, por lo tanto, puede hacer muy poco para remediar la situación. Ondarra está totalmente concentrado en “alimentar a la bestia”, como define un título de un informe recienet sobre la industria de noticias (produciendo en función de la demanda), y es incapaz de hacer que su equipo vaya hacia un camino más productivo y satisfactorio. Esto por no mencionar su falta de decoro profesional cuando amenaza e insulta a sus colegas como respuesta a comentarios legítimos (nota del traductor: LINK 3, MIRADLO QUE ES UNA FIESTA)
Es, al final, un problema de liderazgo.
Hace unos años, un pequeño grupo que solía producir infografía multimedia para El País (y que, de hecho, era independiente del departamento gráfico), dejó la organización. Desde entonces, las escasas visualizaciones interactivas en elpais.com comenzaron a ser creadas no por el departamento de diseño gráfico, sino por el equipo de tecnología e investigación, que tiene sus propios diseñadores. Este estado de las cosas ha llevado a un tremendo desperdicio de talento -del que el departamento de diseño de El Pais tiene de sobra- en el que solía ser, hace dos décadas, uno de los primeros nombres en infografía de noticias. Ilustra, además, lo malos que pueden ser los periódicos a la hora de identificar liderazgos perversos en sus filas.
#1 traducción: despidos y sustitución de las bajas con becarios sacados de sus masters de periodismo.
#3 Yo no se porque estáis tan en contra de los despidos. En este caso, parece claro que el jefe del departamento lleva años acoplado al puesto y totalmente desconectado con las nuevas tendencias en infografías, que es lo que viene a decir el artículo.
Seguramente no se le pueda echar por la cultura patria de proteger al jefe que además tendrá una cuantiosa indemnización.
Si el trabajador con contrato indefinido tiene habilidades, encontrará trabajo en poco tiempo, si no tendrá que reciclarse. No entiendo porqué se le tiene que proteger con ese ahínco. Es el trabajador becario que quizás se le tiene que brindar más protección. En definitiva, a los jóvenes en paro les beneficia mayor flexibilidad para despedir a otros trabajadores improductivos que llevan años en el mismo puesto. Este caso es paradigmatico y ha tenido que venir una página web en inglés para decirlo.
Flexibilidad laboral para despedir es lo que necesitan muchas empresas, como El País, para renovar departamentos y contratar a nuevos profesionales cualificados que dirijan un proyecto nuevo.
#7 Por una parte estoy de acuerdo contigo. En una situación ideal, los trabajadores preparados y con habilidades no tendrían problema en encontrar un trabajo en el que desarrollar su carrera. Pero por otro lado, no podemos olvidar que NO estamos en un contexto favorable (ni mucho menos ideal): nos podemos encontrar a porrón de trabajadores sobrecualificadísimos en cualquier sector, por no hablar de la marea de parados "de lujo".
Además, si los despidos no fuesen perjudiciales, no existiría esta discusión sobre la calidad de las infografías en El País, ni este artículo se habría escrito (y ampliamente contrastado, ojo).
#7 El artículo dice que hace unos años El País era referente mundial y había recibido premios por sus infografías interactivas y ahora (según el artículo) no pasa de realizar algunos graficos sencillos así que lo de reciclarse no sé hasta que punto es un argumento válido.
Se han practicado despidos y bajas incentivadas en El País hasta dejar la redacción esquelética por culpa de la enorme deuda que tiene el grupo Prisa. Ahora muchas de las funciones que antes hacía gente con años de experiencia (y premios) ahora lo hacen becarios. No he opinado si despedir está bien o mal si no que esa puede ser la posible razón de esta merma de calidad.
Por último, la página web es el autor de un "experto" español en infografía que ha publicado un libro en inglés y el blog es también inglés. Si miras su Twitter, escribe en castellano (y le contestan de malas maneras los de El País).
#1 Gracias por la traducción!
#1 Muy buen envío!! Gracias!!
#5 sí, excelente #0. Menudo era El País en premios internacionales, investigación, infografias, síntesis, artículos de fondo... Con las posibilidades que dan las herramientas (y tantas gratuitas)
Agradecido igualmente por la traducción
Lo pongo en la traducción, pero por favor, no os perdáis la parte de la discusión en twitter, que es Prisa total:
#2 Parece que no solo han perdido las infografías sino también la educación.
Lo que se ve aquí es que antes El País de Polanco era un periódico puntero y reconocido a nivel mundial. A mi me gustaba mucho. Ahora es una sombra infumable de lo que fue, un esperpento, un truño insufrible. Y eso lo ha conseguido la dirección actual. Cuando se den cuenta que los lectores les abandonan querran corregirlo despidiendo más y convirtiendo aun en más truño de lo que es ya el periódico.
#16 Así es como se renuevan las empresas: unas se van a la mierda, otras nuevas surgen para ocupar su lugar. Muy rara vez una empresa es capaz de cambiar de rumbo para adaptarse a los tiempos.
Esta conversacion en tweeter para los morbosos mola mas:
No existe animosidad personal por ninguna de las dos partes. Tomás y yo nunca hemos trabajado juntos, aunque ambos hemos dirigido departamentos de gráficos. Creo que hemos hablado en persona sólo dos o tres veces. Una de ellas, para ese artículo. Esto es una discusión estrictamente profesional que se remonta a esta otra
http://infografistas.blogspot.com/2011/05/en-contra-de-la-infografia-ficcion.html
Lo que escribe Ondarra de sí mismo.
"Es infógrafo, ilustrador y escritor. Empezó como humorista y grafista en La Gaceta del Norte y ha llegado nada menos que a Estados Unidos "
https://www.linkedin.com/pub/tom%C3%A1s-ondarra-galarza/3b/343/76
Aqui puede haber una de las claves de este pique personal: http://www.linkedin.com/in/albertocairo
Alberto Cairo
Director of online infographics
elmundo.es/El Mundo
March 2000 – April 2005 (5 years 2 months)
Admás: Alberto Cairo es consultor de infografía y visualización de información, profesor y colaborador de la sección Periodismo con Futuro, de El País.
http://www.elartefuncional.com/contacto.html
Me da que es una cosa de egos.
A mi me parece una riña entre niños, en la guardería he visto riñas más interesantes y con más inteligencia que la de estos dos. Obviamente, cuando afecta al ego, afecta a la madurez emocional del individuo, como bien dice #18.
De verdad, lo de ambos se cura con madurez, por el momento, yo no me atrevería a opinar del trabajo de otra persona sin estar durante un tiempo en su lugar.
Marca España, El Pais se vende a cachos y el talento, el creativo e innovador a la cabeza, se tiene que ir fuera, por falta de sitio o simple maltrato. Quedan escualidos esclavos sin ninguna gana de hacer nada por la empresa, con razón. Yo cuando supe ue ganaba el PP tuve claro que me iba de Madrid si o si, total para lo que iba a venir, mejor en provincias con caciques de verdad. No-hay-que-ser-adivinos. Bienhallados los acomodados y estomagos agradecidos. A ver cuando vuelve Franco.
Parece más una vendetta personal del tal Alberto Cairo que otra cosa.
#14 Eso estoy viendo y a mi tambien me parece eso.... Aquí yo veo que existe un background que no conocemos y que desde luego este Alberto Cairo no tiene las manos limpias del todo. El primer tweet de podría ser interactivo se ve que va con mucha retranca y es por esto por lo que saltó de ese modo y muy mal hecho. Dando pie a todo lo demás.
Las salidas de Tomás no son correctas pero no es todo tan fácil. Trabajo desarrollando visualizaciones interactivas y hacerlas del todo personalizadas y especiales, no es barato y se necesita tiempo y gente..... cosa que tal y como dice Alberto, eso no existe en el País.... Independientemente de si Tomás vive en una burbuja cosa que no me lo creo.
Lo siento pero creo que es una visión demasiado imparcial y veo más rencillas personales. Para ser imparciales primero Alberto debería de decir si conoce a Tomás y que tipo de relación profesional o personal han tenido.
Ah, pero...El País aún existe?...