En 1695 el parlamento inglés derogó la ley, (de licenciamiento), que limitaba el número de impresores y editores. Como siempre que hay un cambio de calado, unos perdieron los derechos que tenía, y surgieron nuevas oportunidades para nuevos editores, para quien fuera capaz de hacer las cosas de otra forma
Ahora las mayores piratas son las editoriales y ya no hablo de los contratos draconianos que imponen a los autores o del negocio de los libros de texto, por ejemplo.
Comentarios
Ahora las mayores piratas son las editoriales y ya no hablo de los contratos draconianos que imponen a los autores o del negocio de los libros de texto, por ejemplo.
Salu2
#1 En aquella época, si has leído el texto más aún. Hasta 1695 estaba limitado el número de editores, no sé, como ahora las farmacias.