Hace 6 años | Por Asther a hdnh.es
Publicado hace 6 años por Asther a hdnh.es

Antes del sigo XX, los hombres se afeitaban con una navaja barbera, una herramienta muy afilada que, manejada con destreza sobre un rostro humedecido y enjabonado, dejaba la piel tan fina como el trasero de un bebé. Para ello eran imprescindibles los preparativos que llevaban a ablandar el pelo y lubricar la superficie cutánea de modo que la tarea no fuera sangrienta, y de ahí el consejo, popular desde el siglo XV: “Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar”.

Comentarios

D

yo me afeito con el machete de monte...
Fdo
Clint Eastwood