Hace 5 años | Por Fesavama a culturacolectiva.com
Publicado hace 5 años por Fesavama a culturacolectiva.com

Julieta besando el veneno de los labios de Romeo, Carlota perdiendo lentamente la cabeza después de la muerte de su Maximiliano y el mismo Jack en "Titanic", quien decide congelarse en el agua mientras su amada Rose flota en una puerta sobre el Océano Atlántico. Esas historias nos hacen llorar, pues es difícil pensar que alguien nos amará tanto como para perder un pedazo de sí (incluyendo la vida). Es la magia del pensamiento romántico que ha vivido desde el arte de finales del siglo XVIII hasta las películas melodramáticas contemporáneas.

Comentarios

D

Curiosamente este es el cuadro que tengo en la cabecera de mi cama. Una delicia.

Fesavama

Los detalles son tan elocuentes... El roce de sus cuerpos al pasar por la posición de la ropa que ha estado en contacto con el cuerpo del otro; lo casual del encuentro por la dirección y el movimiento de cada uno; el dolor de ella, que no puede mirarlo y mantiene la cabeza baja ya apartada, pero deja su brazo derrotado, no se resiste a que él lo tome; el profundo sentimiento de él, que se aferra con los dos brazos (los dos brazos de un experto en batallas) al de ella, delicado, inerte, y aspira por última vez su olor, mostrando un rostro entregado a ese momento; la espada, el casco, la cota de malla, que indican que va a luchar contra quienes quieren matarlo; a ella parece que se le ha caído algo al verlo, y se ha desmenuzado, como esa historia de amor...

Este cuadro es una genialidad.