En el siglo XIX, el acceso a la medicina fue como abrir la caja de Pandora: trajo consigo bendiciones y curanderismo extraño, a veces peligroso. Algunas "curas" eran engaños inofensivos, pero muchas otras eran francamente peligrosas y a menudo contenían ingredientes adictivos y potencialmente mortales. Uno de los ejemplos más notorios de esta época fue la promoción de jabones y cosméticos cargados de arsénico. Se creía que el arsénico mejoraba la tez y favorecía un aspecto pálido y a la moda.
Comentarios
He encontrado a faltar las gotas de opio para que los bebes no llorasen.
https://neurocritic.wordpress.com/2016/01/10/opium-for-separation-distress-in-victorian-era-infants/
https://i.guim.co.uk/img/static/sys-images/Guardian/Pix/pictures/2015/1/15/1421342904373/5846941a-e8f1-4819-9b07-6d15431a2276-1020x612.jpeg?width=700&quality=85&auto=format&fit=max&s=f762b2ca3aa6f3309ef8e4179e1ac4b7