La obsesión del ser humano por perdurar más allá de la muerte ha llevado a través de los siglos a algunas civilizaciones, y a un buen puñado de hombres y mujeres de ciencia, a experimentar con todos aquellos métodos que se les han ocurrido con el fin de embalsamar, momificar, disecar y/o preservar los cuerpos tras el fallecimiento.
Comentarios
Las mujeres ya lo habían descubierto en el principio de los tiempos, al menos una parte del cuerpo.
Un energúmeno se lo hizo hace miles de años a la mujer de un tal Lot por fisgona