Muchos animales sacrifican sus comportamientos sociales para evitar la expansión de patógenos por su comunidad. Muchas de las grandes epidemias de la historia se lograron frenar gracias al distanciamiento social de la población. Los humanos lo hemos hecho durante siglos, pero ni siquiera somos la única especie animal que comprende esta necesidad. También lo hacen otras muchas, desde las hormigas hasta los murciélagos, pasando por los mandriles, como bien explicaban recientemente en un artículo de The Conversation las biólogas D Hawley y J Buck.
Comentarios
Recuerdo el gran trabajo que hizo el naturalista Kropotkin explicando cómo el altruismo y la cooperación son comportamientos fundamentales en los animales que constituyen comunidades. Para mí, el más importante naturalista del siglo XIX después de Darwin.