En este trabajo nos acercamos a la respuesta que la Iglesia Católica dio al fenómeno de la prostitución femenina en la España moderna, ofreciendo una salida personal a las prostitutas desde su concepción del sexo como pecado y la consiguiente necesidad de expiación para alcanzar el perdón y la salvación.En el Antiguo Régimen existieron unas instituciones religiosas, dedicadas a acoger a las mujeres que habían ejercido la prostitución pero que se habían “arrepentido” de su oficio.
Comentarios
Las casas de arrepentidas o recogidas solían fundarse gracias a las donaciones de personas poderosas, generalmente de la nobleza. Estas obras pías estaban dotadas con rentas sobre tierras y/o bienes inmuebles, aunque también se solía acudir a las limosnas.
O sea, era como un coto privado para folleteo de los ricos.
Antes de ofrecer la salvación a otros, ellos primero, tenían que purgarse de todos los delitos cometidos por la Iglesia, por lo tanto hay que predicar con el ejemplo primero.