Hace 4 años | Por Kailink a news-medical.net
Publicado hace 4 años por Kailink a news-medical.net

Según el nuevo estudio de la Universidad de Guelph, el BPS que reemplaza al BPA en la producción de envases de plástico puede dificultar la función cardíaca en cuestión de minutos después de una sola exposición. "Esperábamos encontrar efectos similares como los que tenemos con BPA, pero no a la velocidad con la que funcionó", dijo el profesor de ciencias biomédicas Glen Pyle.

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Esta noticia muestra a las claras que el problema realmente no es el Bisfenol A, los transgénicos, la margarina o el flúor. El problema es no respetar el Principio de Precaución: considerar toda nueva sustancia peligrosa hasta que no se demuestre lo contrario. Igual que si vemos una seta por el monte que no tenemos ni idea de qué es, no nos la comemos. Pero los tecnoutópicos nos dirán: ¿cómo te vas a privar del progreso de comer esa seta? PUES SÍ, me privo de ese potencial progreso hasta que se demuestre que lo es realmente.