Llenad el aula (y la casa) de libros; cuidad las bibliotecas escolares y visitadlas; enseñadles las partes de un libro; haced lecturas compartidas; dejad que sean ellos los que elijan qué leer (y si quieren leer el mismo libro diez veces, que lo hagan); y, por último, recordó que “no pasa nada porque un niño salga de la etapa de infantil sin saber leer. A veces, dejando pasar el verano, esos niños van a aprender a leer con mucho menos esfuerzo. No los machaquemos; disfrutemos leyendo con ellos y convirtamos la lectura en algo placentero.
Comentarios
Mis padres dicen que yo aprendí a leer super pronto, casi con 3 años, pensaban que era superdotado o algo así, pero que va, leía porque mi casa estaba llena de libros, y veía a mis padres leer a diario. Monito ve, monito hace. Eso me ayudó un montón después estudiando porque tenía mejor comprensión lectora y menos faltas de ortografía, y aunque ahora me cueste concentrarme con un libro, para mi siguen siendo un refugio.
#1 es básico. Si no ves a tus padres leer, ni libros, es mucho más complicado que te enganches a leer, pero no imposible.
#2 De padres casi analfabetos conozco a varios con estudios universitarios.
Una cosa es que algunos niños no lean cuando entren a primaria y otra que cada vez menos niños lo hagan.
Aprender a leer no está como objetivo de infantil y se le dedica menor esfuerzo.
La competencia con las pantallas es bestial.