Hace 5 años | Por Danismasend a nippon.com
Publicado hace 5 años por Danismasend a nippon.com

Pocos espías han sido tan exitosos como Richard Sorge. Activo en Tokio desde 1933 hasta su captura final por las autoridades japonesas en 1941, este formidable agente soviético se infiltró en la embajada alemana y en las más altas esferas del Gobierno de Japón, suministrando al régimen de Stalin información crítica que alteró el curso de la Segunda Guerra Mundial.

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