El gen se llama ATF4; y un grupo de investigación del Hospital Universitario de Jaén, ha demostrado, en ratones, que su inhibición reduce la aparición de metástasis, la tasa de crecimiento y recaídas del cáncer de mama, mejorando su pronóstico e incrementando la supervivencia.
Comentarios
Pàmies lo cura con lejía. Ahí os quedáis científicos de pacotilla. Amén
Si es cáncer de mama, será en ratonas.