A semejanza de otros países europeos el nuestro había tenido durante el siglo XIX un proceso de construcción nacional, pues es el Estado el que construye la nación y no a la inversa («ya hemos creado a Italia, ahora debemos hacer a los italianos»), pero a diferencia de otros países no pudo culminarse. La continua inestabilidad política dio lugar a un Estado débil que no pudo cohesionar el territorio, casi podría hablarse del insólito caso de unos gobernados que oprimían a sus gobernantes.
Comentarios
Con la proliferación de fábricas y trabajadores llegados desde otros lugares de España, dieron lugar a la aparición del nacionalismo vasco, caracterizado por su anhelo de una idealizada sociedad rural, no contaminada racialmente por elementos foráneos y devotamente cristiana
De esto puedo dar fe. Mi abuela materna era de Gernika, se jactaba de tener 32 apellidos vascos y que su sangre no estaba ensuciada por castellanos, y era extraordinariamente devota (se confesaba cada dos días). Su primer confesor, por el que tuvo siempre gran aprecio y al que escribía con regularidad era Ángel Suquía.
Estado el que construye la nación y no a la inversa
Menuda burrada de premisa.