Publicado hace 1 año por japego a elindependientedegranada.es

Elisabeth Pardo y Tony Álvarez nos ofrecen la historia de Jacoba Casares García, fusilada por los fascistas, y de su hijo, Cristóbal Gutiérrez Casares, alistado al ejército republicano como voluntario, que acabó como esclavo en un campo de de trabajo forzoso. La represión y la estigmatización hacia la familia fue brutal y de por vida. Nunca quisieron hablar, pero hoy sus descendientes lo recuerdan con orgullo.