Hace 6 años | Por e.kitsune a elfinanciero.com.mx
Publicado hace 6 años por e.kitsune a elfinanciero.com.mx

Con las conversaciones formales para la revisión del 'Tratado de Libre Comercio de América del Norte' (NAFTA), en los medios de comunicación han proliferado el vocabulario de combate para describir a los negociadores. Aunque probablemente esté influida por las críticas del TLCAN y las amenazas por parte Trump, tal caracterización no refleja la razón de ser de cualquier acuerdo comercial: el libre intercambio. Tal vez parte de la confusión provenga de que, a veces, se percibe el comercio internacional como si fuera una competencia entre países.

Comentarios

D

El libre comercio no tiene nada que ver con los tratados bilaterales de control de mercados y de protección de las inversiones y los inversores. El libre comercio es un potente eufemismo de las grandes corporaciones, grandes empresas y sus lobbies que utilizan a su antojo para saltarse las otras protecciones no aduaneras y para implantar sus estándares y normas de los países mas poderosos a quienes no lo son tanto sin despeinarse.

Así tanto el TTIP, como el CETA se aseguran en sus primeros artículos que no se impedirá la libre competencia entre productos similares, equivalentes o que compitan en el mismo mercado. Según esto un ayuntamiento tendría que contratar la electricidad con quien se la ofreciese mas barata, siendo nula cualquier otra exigencia como el origen renovable, la fuente o las emsiones o residuos.
Además en cada licitación de un organismo público deberá haber un abstrac o resumen en inglés para que se den por enteradas las agencias e intemediarios de los países con los que existe el tratado bilateral o podría ser impugnado retroactivamente, por defecto de forma por quienes no asistieron a la licitación.

La lista de despropósitos de los tratados bilaterales es muy larga os lo aseguro.

capitan__nemo

¿Y las condiciones de los trabajadores?
¿Y las normativas medioambientales?
¿Y las calidades mínimas y garantia de los productos?