Hace 2 años | Por Jai077 a labrujulaverde.com
Publicado hace 2 años por Jai077 a labrujulaverde.com

Repartidos por varios lugares de la ciudad de Roma, a lo largo de las décadas fueron apareciendo fragmentos de una curiosa inscripción de finales del siglo I a.C. que originalmente formaba parte de una lápida o estela funeraria dedicada por un hombre a su esposa fallecida. Con sus 132 líneas de texto, además de una fuente de primera mano sobre la vida de las mujeres romanas, la herencia y el matrimonio, es la inscripción personal más larga que se conserva de aquella época.