La central nuclear de Lemóniz, en la costa de Vizcaya, se concibió como puntera y se invirtieron miles de millones. Pero con casi todo listo para que sus 2 reactores comenzaran a recibir uranio y producir energía, se aparcó para siempre. Tras morir Franco en 1975 hubo multitudinarias protestas y varios atentados de ETA. En 1984 el gobierno de Felipe González ordenó detener la construcción de todas las nuevas centrales proyectadas. La de Lemóniz permanece como vestigio de una época convulsa e incómoda herencia con la que no se sabe qué hacer.
|
etiquetas: lemoiz , lemóniz , central nuclear , españa
La central nos hemos tirado años pagándola en el recibo de la luz.