Hace 2 años | Por imparsifal a revistamercurio.es
Publicado hace 2 años por imparsifal a revistamercurio.es

En la pared de la habitación de ArteHotel en la que me hospedé durante una reciente visita a La Habana hay escrito un poema que dice así: Me desordeno, amor, me desordeno / Cuando voy en tu boca, demorada; / Y casi sin por qué, casi por nada, / Te toco con la punta de mi seno / Te toco con la punta de mi seno / Y con mi soledad desamparada; / Y acaso sin estar enamorada / Me desordeno, amor, me desordeno.

Comentarios

TocTocToc

#0 Es un soneto de la poetisa cubana Carilda Oliver (Matanzas, 1922-2018). Lo escribió con veinticuatro años, antes de dedicarle un impecable poema épico al Fidel Castro de Sierra Maestra. Esta abogada, profesora, poeta, y agitadora cultural, conquistó más tarde a la audiencia de la televisión cubana con su simpatía y su osada sensibilidad. De hecho, si a cualquier cubano, hombre o mujer, le balbuceas «Me desordeno… » probablemente te recitará el soneto hasta sus dos últimas estrofas:

Y mi suerte de fruta respetada
Arde en tu mano lúbrica y turbada
Como una mal promesa de veneno;
Y aunque quiero besarte arrodillada
Cuando voy en tu boca, demorada,
Me desordeno, amor, me desordeno.