Han sido varias las veces que he consultado el año de publicación de este libro. 1985. Lo he subrayado y todo en la entradilla. Cierto: un año más que ese 1984 al que parece empeñado en refutar. Impresionado por las pocas decenas de líneas del prefacio, compruebo que no sólo me impresionó a mí. Parece que sobre ese prefacio se han llegado hasta a hacer cortas historias gráficas. No es que deba alardear, por eso, de buen ojo. Este libro es uno de tantos que yo ignoraba hasta que, gracias, Un disco a la semana, leí en un artículo sobre el maduro
Comentarios
Un buen libro, lo leí en 1990, medio crío, y me pareció genial la frase de que la única posibilidad cultural de la TV era servirnos de haz de luz para leer un libro.
En todas las mesillas de los hoteles de Magaluf. Como la biblia en las pelis yankis.