Publicado hace 5 años por jm22381 a engineering.princeton.edu

Las moscas de la fruta se convierten en madres tacañas, donando solo una parte de los bloques de construcción genética que sus hijos necesitan para sobrevivir. El resto debe ser producido por el huevo fertilizado en sus primeros pasos de crecimiento. Ahora, los investigadores de la Universidad de Princeton han demostrado que el mecanismo de inhibición, controlado por una enzima conocida como RNR, es en realidad clave para la supervivencia del embrión. Demasiado material desde el principio conduce al desastre para la forma de vida incipiente.