Hace 2 años | Por J.J. a confilegal.com
Publicado hace 2 años por J.J. a confilegal.com

Abraham Lincoln, el hombre que después se convertiría en uno de los grandes presidentes de los Estados Unidos, fue un brillante abogado civilista. En 1857, cuatro años antes de convertirse en el decimosexto presidente de ese país, había acuñado una importante reputación en esta jurisdicción. Habían sido 20 años de intervenciones ante los tribunales y más de 4.000 casos a sus espaldas. Su eficacia estaba probada. Apenas había tocado la jurisdicción penal. Su experiencia se reducía a apenas una docena de casos asesinatos.

Comentarios

J

Me parece que olvidamos que a menos que contemos con un narrador omnisciente en realidad nunca sabemos qué es lo que pasó, también hay relatos de abogados estrella que desmontan una acusación gravísima contra alguien claramente inocente, pero que luego finalmente se descubre que sí lo hizo. Hablo en general, por lo demás, curiosa anécdota.