En el corazón de la Amazonía, donde la biodiversidad se entrelaza con la riqueza cultural, la ayahuasca, una bebida psicoactiva, ha sido durante siglos un pilar en las tradiciones espirituales y medicinales de numerosos pueblos indígenas. Sin embargo, en 1986, este brebaje sacramental se encontró en el centro de una disputa legal que resonó en los rincones más distantes del mundo, desatando un debate sobre la biopiratería, los derechos indígenas y la ética de la propiedad intelectual.
La ayahuasca es el resultado de combinar una fuente de dimetiltriptamina (DMT) con un inhibidor de la monoamino oxidasa (IMAO), lo cual puede conseguirse con múltiples combinaciones vegetales o incluso encontrarse reunidas ambas en la secreción del sapo bufo. No me parece posible reunir todas las posibilidades en una patente única, sería aún más difícil que patentar no sé, el yogur, el vino o la paella.
Comentarios
Seria como intentar patentar el cafe con leche.
La ayahuasca es el resultado de combinar una fuente de dimetiltriptamina (DMT) con un inhibidor de la monoamino oxidasa (IMAO), lo cual puede conseguirse con múltiples combinaciones vegetales o incluso encontrarse reunidas ambas en la secreción del sapo bufo. No me parece posible reunir todas las posibilidades en una patente única, sería aún más difícil que patentar no sé, el yogur, el vino o la paella.
Patentar la ayahuasca es biopiratería, si.
Patentar metabolitos secundarios es como escriturar Marte.
https://chilecultura.gob.cl/cultural-sections/31/
Después del chileno que quiso para el la luna cualquier cosa puede ser