Lavandera, negra, huérfana y pobre, Sarah Breedlove, a quien hoy conocemos como Madam C. J. Walker, fue la primera mujer afroamericana en convertirse en millonaria. Su triste y complicada infancia hizo de ella una mujer resiliente. Hija y hermana de esclavos, Sarah supo sobreponerse a su época. Hoy es, definitivamente, un ejemplo de emprendimiento y superación.
Y por lo tanto: con esfuerzo todo se puede, si eres pobre es porque quieres, además la falacia del superviviente y la estadística son inventos socialistas.
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Y por lo tanto: con esfuerzo todo se puede, si eres pobre es porque quieres, además la falacia del superviviente y la estadística son inventos socialistas.
La historia no está mal, pero es más interesante la de la primera millonaria afroamericana de Francia.