Hace 1 año | Por Ripio a news.utexas.edu
Publicado hace 1 año por Ripio a news.utexas.edu

Hace unos 37.000 años, una madre mamut y su cría encontraron su fin a manos de los seres humanos. Los huesos del sitio de matanza registran cómo los humanos cortaron piezas de sus huesos y extrajeron su grasa. Pero un detalle clave distingue a este sitio de otros de esta época. Está en Nuevo México, un lugar donde la mayoría de las evidencias arqueológicas no sitúan a los humanos hasta decenas de miles de años después.