Hace 2 años | Por jelzimoñac a jotdown.es
Publicado hace 2 años por jelzimoñac a jotdown.es

Por supuesto el paisaje de La Mancha resulta desolador al principio; es inevitable, sobre todo para un periférico del norte. Los pueblos se nos aparecen como asentamientos sin mucha vida, arenosos, polvorientos, acuciados por un viento que avanza remolineando como ese demonio de Tasmania de los dibujos animados. El sol cae por todas partes, no hay escapatoria. El cielo es de un azul violento y amenazador. Quizá esa primera impresión se deba a que entrábamos en todos los pueblos a una hora intempestiva; la hora de la siesta o del culebrón. Ni un

Comentarios

sotillo

Bueno, mi padre decía que para que España esté limpia hay que quitar la mancha, se ve que hay cosas más importantes que quitar

J4cklpn

Dos azaonazos se lleva el Azorín ese si aparece por mi pueblo.