Publicado hace 2 años por Lemmings a unaantropologaenlaluna.blogspot.com

Para atrapar a miles de estas palomas a la vez, los recolectores utilizaron su instinto de "hogar en la manada": no estaban atadas a ningún territorio, el único 'hogar' que conocían estaba en la multitud. Por eso, unicamente tenían que atrapar algunas aves y atarlas con los ojos cerrados, que el resto de la bandada descendía para “atenderlas”. La última paloma mensajera murió en el Zoológico de Cincinnati en 1914. Se llamaba Martha. Compara su triste historia con el diseño de las redes sociales.