Publicado hace 2 años por Deckardio a cronicaglobal.elespanol.com

El antiliberalismo catalán fue antes que el carlismo. La contrarrevolución tenía una larga trayectoria forjada desde la llamada Guerra Gran contra la Convención francesa (1793), a la que le siguieron los enfrentamientos con el ejército napoleónico (1808-1812), contra los liberales del trienio (1820-1823) y la guerra de los agraviados (1827) partidarios de la Inquisición y contrarios a las veleidades reformistas del absolutismo fernandino. El tradicionalismo (...) recibió de buen grado las reivindicaciones ultramontanas de los carlistas

Comentarios

drocab2012

Cualquier nacionalismo es de derechas, quieren cambiar el collar de los siervos para controlarlos ellos...nada nuevo bajo el Sol...

Deckardio

Manda narices que buscando información para ciertas cosas el único artículo de divulgación que me encuentro de este tema es de elespañol. Por desgracia aún hay temas tabúes en la izquierda, como no darse cuenta que los "otros" nacionalismos españoles (como el catalán o el vasco) tienen raices tan conservadoras como el centralista.

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#1 No tiene mucho que ver con el artículo que has enviado pero a lo mejor esta conferencia te podría interesar

. Es interesante la ronda de preguntas donde Miguel Anxo Bastos explica como en España se han invertido los papeles. Me explico: la derecha tradicional ha sido la que ha defendido los antiguos privilegios medievales y sin embargo la izquierda siempre ha sido centralista y contraria a las lenguas regionales. Simplemente hay que ver como los carlistas siempre lucharon por los fueros, Dios y rey.

Deckardio

#2 Gracias por la info. En mi opinión hay matices a eso, pero sí me es curioso como desde la izquierda (mi ideología) se ha "comprado" por amplios sectores la identificación entre castellano-Castilla-atraso-"vivan las caenas"-Franco y, por otro lado, que el nacionalismo catalán o vasco vienen poco menos que de Marx. Si uno se pone a mirar la historia, los nacionalismos no se llevan mucho entre ellos y tienen elementos tradicionalistas muy importantes. En determinado momento el liberalismo burgués del XIX en España, heredero de la Revolución Francesa y plasmado en la Constitución de Cádiz, estuvo más vinculado al centralismo isabelino que, por otro lado, tampoco revocó los fueros Navarros y Vascos (lo que sí pasó en la muy revolucionaria Francia, mucho más homogeneizadora en lo cultural).

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#3 Yo no comparto tus coordenadas ideológicas lol, pero si ves como los contra-revolucionarios franceses fueron los bretones y la gente de la Vendée,que lucharon contra el centralismo revolucionario, su laicismo y la uniformidad lingüística que impusieron a través de la educación nacional (y hoy en día sigue siendo seña de identidad de la educación nacional francesa).

Edito: Como anécdota, cuanto más se sobre la revolución francesa más me horripila todo lo relacionado a ella. Yo seguramente si hubiera vivido en aquella época hubiera sido un contra revolucionario. No se hasta qué punto se puede justificar toda esa locura y sangre derramada.

Deckardio

#4 También eso que dices es muy interesante. Otro de los mitos de algunas corrientes pseudohistóricas es que España, sobre todo a partir del XVII, es una excepcionalidad "atrasada" dentro de Europa, cuando en realidad siguió los procesos que siguieron el resto de países europeos y que acabaron desembocando en una estructura socio-política establecida por la burguesía liberal. Y en esos procesos (y en sus resistencias) hay similitudes como los que comentas. Ahora, que este tipo de estructura sea positiva en rasgos generales y, derivado de esto, que debamos aspirar a cambiarla o al menos transformarla son preguntas que visto que tenemos coordenadas diferentes, no creo que respondamos de la misma manera

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#5 Tienes toda la razón. De todas formas aunque así fuera (que España fuera una excepcionalidad), no por ello debería ser sinónimo de atraso u otra connotación negativa. Yo no entiendo esos a prioris negativos. Muchas gracias por la conversación.

Deckardio

#6 Igualmente.

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#3 Sobre todo lo que hay que recordar a los que hoy blanquean ese nacionalismo periférico heredero de los carlistas cómo pretendía la vuelta de la Inquisición.