Dice la ministra de Sanidad que el 10 de enero todo el mundo a las aulas. No me parece mal, sobre todo si eso fuera acompañado de filtros, medidores, mascarillas, personal para apoyo y reducción de grupos… Pero ya sabemos que una cosa es predicar y otra gastarse un chelín. Dice que las aulas son seguras (cómo me recuerda a la vaticana Celaá) y tiene a los padres revolucionados porque ha saltado la liebre de hacer telemáticamente unas semanas hasta que la cosa de los contagios se frene.
Comentarios
No tiene ningún sentido no poner ni una restricción en ningún ámbito (ni bares, ni ocio nocturno, ni nada de nada) y cuando le llega el turno a los colegios (con la población menos vulnerable de todas) empezar con el oh, ah
Los colegios deberían ser lo último en cerrar,la última medida desesperada después de haber cerrado todo lo demás
#2 Son funcionarios buscando la manera de alargar las vacaciones.
Ni caso.
Hemos pasado de tener a un filosofo, a una jurista para que dirigan la cartera de sanidad del pais en plena pandemia… todo lo que nos pase, lo tenemos mas que merecido, por poner a completos inútiles, que no tienen ni la mas remota idea de lo que supuestamente deben dirigir.
Hace unos dias vi la película de “no mires arriba”, y las similitudes con el actual gobierno central español, son descomunalmente asombrosas
#1 hace falta que vuelvan los mejores, como Celia Villalobos, licenciada en Candy Crush, Dolors Montserrat, en derecho o la gran Fátima Bañez, licenciada en algo (aunque parece más un "papi me ha comprado el título en la uni privada").
Y por supuesto exigir que para ser Ministro del Interior se tenga que ser policía, de Defensa, militar y de Exteriores, diplomático.
Qué difícil es hacer entender que dirigir es tomar decisiones políticas basadas en informes técnicos, no elaborar dichos informes.
#4 Que los otros tuvieran a personas poco competentes para los puestos que ocupaban no justifica que estos lo hagan.
Por otro lado, Entiendo que pueda haber casos excepcionales, pero lo deseable es que los sillones del ministerio se correspondan con especialistas destacados en esa área que han demostrado ser capaces de producir e interpretar con solvencia dichos informes técnicos, ya que loscomprenden mejor y sobretodo sus consecuencias.
Para las decisiones contrarias al sentir del gremio de especialistas ya está el presidente
#5 ser especialista en ser Ministro, ¿eso dónde se estudia?.
Un ministro no tiene que ser especialista en informes técnicos sino en tomar decisiones basados con ellos.
Te pongo un ejemplo, ser un gran albañil no te hace apto para ser arquitecto porque son dos trabajos distintos y los dos trabajan en obras.
Ser médico no te convierte en el acto en candidato a ministro, porque el trabajo de ministro de sanidad no tiene nada que ver con decisiones médicas sino en gestionar un equipo y hacerlo trabajar en la dirección que de crea la correcta.
Seguramente pensarás que Amancio Ortega, Elon Musk, Steve Jobs o Bill Gates no servirían para ministros de Sanidad de España porque no son médicos.
#6 Ser especialista en la materia del ministerio. Tanto por estudios, como por experiencia profesional.
No digo que deba plasmarse en mínimos concretos, pero sí que el trasfondo de su experiencia debería concurrir con la especialidad de su ministerio y destacar de algún modo.
Ser un experto es precisamente lo que permite tomar decisiones acertadas en un entorno complejo.
Por ejemplo en exteriores un especialista en derecho internacional que haya trabajado y se haya destacado por su labor en una embajada difícil. (Creo que el embajador en Afganistán demostró saber actuar bajo presión, podría ser un candidato interesante).
Por otro lado las comparaciones con ejecutivos de empresas no tienen parangón. Amancio no hace buenas prendas de vestir, hace un buen negocio y por eso está donde está, es un experto en amasar dinero, como el resto de tus ejemplos. Para políticos no necesariamente deben destacar en la labor de estrujar dinero, más bien en satisfacción generalizada.
P.d.: Bill Gates era un programador muy decente además de bien formado y descendiente de familia de negocios. Probablemente tuvo algo que ver con su éxito empresarial.
P.p.d. En la época de las grandes catedrales los distintos maestros constructores lo hacían según su conocimiento demostrado en obras anteriores o durante el dilatado proceso de la obra.