Hace 2 años | Por jelzimoñac a jotdown.es
Publicado hace 2 años por jelzimoñac a jotdown.es

A lo largo de mi vida he escuchado en numerosas ocasiones la frase «No te sientes ahí», pero dicha prohibición solía llegar acompañada de justificaciones banales, como «La butaca está ocupada», «Está sucio», «Esto es una propiedad privada» o «Aún no se ha secado la sangre del cadáver». En 2017 alguien volvió a espetarme esa misma advertencia justo cuando estaba a punto de tomar asiento, pero esta vez la frase llegó escoltada por una razón inusual: «No te sientes ahí, esa silla cuesta trece mil euros». Cuando aquello ocurrió yo estaba descalzo,