Hace 10 años | Por Malinowski a eldiario.es
Publicado hace 10 años por Malinowski a eldiario.es

El genuino sabor reflexiona sobre la construcción de recuerdos, nuestra identidad como Marca España y nuestra provinciana costumbre de pensar que lo extranjero como lo mejor, todo a través de las experiencia de una gestora cultural en Londres

Comentarios

Malinowski

Sí, pero lo blandengue ni siquiera es líquido. Es como las natillas o la crema catalana. No lo puedes ver, pero si agitas el cuenco cae como un líquido. Esa textura es muy molesta, y se da mucho en estos lugares. La idea de lo cosmopolita, tan idealizada, a la vez es muy paleta, porque es como un pastiche: “soy cosmopolita porque como comida india a mediodía y tengo una amiga polaca…” Esa autosatisfacción ante lo cosmopolita, como si eso fuera meritorio. Es como hace años que se decía, “yo tengo muchos amigos gays”, como si hubiera que decir, ah es usted una gran persona. Lo cosmopolita es así, esa cosa blandengue. Y somos víctimas de narrativas como lo multicultural. No es que haya algo malo en eso, sino que, en este libro, quería hacer ver que no siempre es satisfactorio. Porque no estás en una posición cosmopolita, sino blandengue, porque no acabas de conocer a nadie de esas culturas. Cuando estás fuera con gente de otros países todos intentamos hablar de “en mi país esto y lo otro”. Y te haces una idea superficial. Y eso es muy frustrante.