Publicado hace 2 años por Ignitum a rebeldealegre.blogspot.com

Kropotkin era ante todo humano. Amó al sencillo hombre del pueblo con todas las fuerzas de que era capaz su alma. Tuvo fe en el pueblo, la fe profunda y animada que inspiró y animó a todos los que le llegaron a conocer. La mayor parte de los llamados grandes hombres, entre ellos muchos socialistas, disfrutan únicamente la fama de su obra, y el más próximo contacto con ellos trae muy a menudo amargas desilusiones. Kropotkin era justamente lo contrario: cuanto más cerca de él se estaba, más se le amaba y estimaba.

Comentarios

RoyBatty66

#2 Un güevo colgando y otro lo mismo

RoyBatty66

Quizás lo más revolucionario ahora sea volver a confiar en la potencia de cambio de la gente, no para adaptarse al sistema, si no para cambiarlo

Ignitum

#1 Eso es reformismo, señora mía.