"La localidad de Moros (Zaragoza) está enclavada en un alto rocoso que organiza su caserío en empinadas cuestas. La estrechez de algunas calles y sus grandes desniveles han contribuido a que el uso de las caballerías y especialmente los burros se conservara todavía en el año 2010. Con sus vecinos conocí todo sobre este noble animal".
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Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo
de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son
duros cual dos escarabajos de cristal negro.
Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico,
rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo… » ver todo el comentario