Los santuarios medievales se robaban reliquias entre ellos. Algunos religiosos tuvieron que montar guardia y otros se convirtieron en verdaderos ladrones profesionales.
Sin embargo, la mayoría de las profanaciones en la Europa medieval tuvieron muy poco de piadosas. Para un monasterio, iglesia o santuario, poseer reliquias podía suponer una gran fuente de ingresos. No solo porque los peregrinos venían con regalos y donaciones, sino porque había que hospedarlos y darles de comer.
En el negocio de la fe todos querían su parte del pastel.
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Sin embargo, la mayoría de las profanaciones en la Europa medieval tuvieron muy poco de piadosas. Para un monasterio, iglesia o santuario, poseer reliquias podía suponer una gran fuente de ingresos. No solo porque los peregrinos venían con regalos y donaciones, sino porque había que hospedarlos y darles de comer.
En el negocio de la fe todos querían su parte del pastel.