Hace 2 años | Por --48529-- a larazon.es
Publicado hace 2 años por --48529-- a larazon.es

"Me parecía lo más triste del mundo y, al mismo tiempo, lo más hermoso. El hombre venía a la Alhambra a morir». Lo contaba Blanca Espigares Rooney en su blog. La arquitecta y experta en arte llevaba años enseñando el monumento granadino, pero nunca había conocido a nadie tan enamorado de él. Alguien cuyo deseo final en esta vida fuese volver a ver el palacio rojo de Granada.

Comentarios

D

Que triste La Alhamra, despreciada durante siglos por quienes la conquistaron, repudiada por sus herederos y desvalijada por todos. Sus muros intentan en vano contarnos nuestra historia, nuestros secretos, pero esa lengua fue barrida y estigmatizada para que nadie la entienda. Tienes que ser extranjero para leer sus paredes, entender sus secretos. Reírte al ver la suerte que tuvo Obama, llorar la vileza de un monje al deshonrar una madre.

Algún día, Ugmat sigue ahí... Imshal-lah.