La coruñesa Irene González fue la primera jugadora en competir de igual a igual entre hombres, en los años veinte, y fundó su propio equipo. La sacrosanta Football Association (FA), máximo organismo del balompié inglés, prohibió en 1902 los partidos entre hombres y mujeres y cortó la posibilidad de que estas pudiesen convertirse en profesionales del fútbol. En 1921 acabó por negar al fútbol femenino cualquier asistencia técnica o arbitral que estuviese federada.
Comentarios
Madre mía. Os acordais del reto de las hermanas Williams que se querían meter en el circuito masculino. Pues eso.
Estas historias hay que contarlas pero dejar de hablar de confrontación de sexos todo el puto rato. Hasta que no se deje de hablar de mujeres en mundos de hombres o viceversa no se va a avanzar en una igualdad real. En este sentido opino igual que Morgan Freeman sobre el racismo, sexismo o cualquier otra discriminación. Dejará de haberla cuando se avance y no se hable de ella y por lo tanto se analicen capacidades, no sexo no color no religión.