Hace 6 años | Por doctoragridulce a yorokobu.es
Publicado hace 6 años por doctoragridulce a yorokobu.es

Todos los 10 de mayo desde 2011, el artista Josechu Dávila enciende el equipo de sonido, orienta los altavoces hacia el exterior y le da al play. A continuación, el patio de manzana se llena con la voz de una mujer que, todas las tardes, acostumbraba a dar un discurso a viva voz para los que quisieran escucharla. Además de ayudar a transmitir el mensaje de esta mujer anónima, el artista ha iniciado una campaña de firmas para hacer que la UNESCO la declare Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Comentarios

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El cerebro de alguno/a habría que hacerlos patrimonios INMATERIALES de la humanidad roll