La India es uno de los principales receptores de tráfico de mujeres del mundo. Más de un 60% de las niñas de entre 11 y 14 años -la mayoría procedentes de aldeas pobres de Bangladesh y Nepal- son separadas de sus hogares. Muchas de ellas son vendidas por sus propios familiares, y terminan en burdeles de Bombay, Nueva Delhi o Calcuta. Cuando Urmi Basu, que nació en el seno de una familia bengalí bien situada, conoció las condiciones en las que vivían las trabajadoras sexuales y sus hijos en los “barrios rojos” de Calcuta, debía pasar a la acción
Comentarios
Padres vendiendo a sus hijas, como el que vende una cabra. Hay cosas que no me entran en la cabeza. ¿Y no se hace nada por reeducar a las familias en esos países?
#3 Educar, reeducación es una utopía
#3 Dios tiene todas las respuestas...
#3 "Educar", tal vez la palabra sea educar.
Esta mujer si es digna del nobel de la paz y no la Teresa de Kolkata
#1 ¡Oh, Calcuta! en francés: oh, quel cul t'as!
Dedicado a todos los gilis que viajan a la India a vivir su "espiritualidad", "calor humano", y demás memeces de progre-rico del s.XXI
Que tuerto se tiene que estar para seguir con ese rollo lamentable y que poco se debe conocer la India real.
Pocas cosas hay peores que un turista estúpido.