Hace 9 años | Por palehari a lasoga.org
Publicado hace 9 años por palehari a lasoga.org

Si en la primera entrega nos referíamos a los disloques comunicativos que el propio lenguaje puede provocar entre librero y cliente, en esta ocasión ampliamos el espectro incluyendo también el (sur)realismo mágico inherente a la profesión y que a veces convierte a una librería en un escenario digno de una novela de Gabriel García Márquez. Ya saben, a continuación dispongo aquí, con la mayor fidelidad posible, cinco de las conversaciones más hilarantes que he vivido en mi calidad de librero atrincherado con problemas de comunicación.